

Esta pintura representa una escena arquitectónica clásica, probablemente una vista de la Plaza de San Marcos en Venecia, con sus famosas columnas y edificios históricos. A la izquierda podemos ver los detalles góticos del Palacio Ducal, mientras que a la derecha está bordeado por otros majestuosos edificios. El marco dorado, decorado con delicados motivos y patinado por el tiempo, añade un toque de elegancia antigua, realzando toda la obra. Los suaves tonos sepia dan una atmósfera nostálgica y serena a la composición.
Técnica: pluma y acuarela.